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La teoría del ciclo anabolico

La evidencia empírica y anecdótica claramente muestra que los esteroides son más efectivos y seguros cuando son usados en una secuencia lógica llamada Ciclo. El término ciclo comúnmente usados por los atletas para referirse al tiempo en el cual ellos están en esteroides. Un ciclo de esteroides promedio normalmente es de 6 a 12 semanas. Un ciclo de descanso promedio, el cual es el tiempo en el que no se utilizan esteroides, debe ser de la menos 10-12 semanas. Este modelo a seguir es necesario para minimizar los efectos secundarios asociados con la ingesta prolongada ya a largo plazo de esteroides anabólicos. Usualmente hacer simplemente 2 ciclos por año es la mejor manera de mantener los efectos secundarios al mínimo. En periodo de descanso, el usuario está permitiendo el cuerpo restaurar sus patrones hormonales naturales y recuperarse de cualquier tensión sufrida durante el ciclo. Ciclar los esteroides es importante para asegurar su efectividad. Si una persona usa un esteroide por demasiado tiempo, los receptores fallan en reconocer al esteroide. Esta atenuación no es experimentada si los ciclos son hechos adecuadamente. Alguna evidencia apoya  conservar los ciclos bastante cortos; aproximadamente dos meses de longitud o menos, evidencia reciente ha mostrado que la regulación baja del receptor, que es la disminución en la cantidad de esteroide tomando por la célula, ocurren en un tiempo tan pequeño como 3 semanas. También ha mostrado que le balance positivo del nitrógeno, un indicador anabólico primario de un esteroide, no existirá si la dosificación no se aumenta continuamente. Esto también es debido a la rapidísima y progresiva pérdida de sensibilidad de los receptores a los esteroides exógenos. Con ciclos de duración excesiva, el sitio del receptor termina sobre estimulado por los esteroides exógenos, de manera que inclusive puede fallar en responder a los andrógenos endógenos, Una persona en este estado podría usar dosificaciones inmensas y mantenerse estancado sin conseguir ningún resultado, Esto explica toda la lógica detrás de algunos de los modelos de ciclos comúnmente usados hoy en día. Los atletas más sabios pusieron todo el conocimiento que tenían en diseñar sus ciclos. Uno de los ciclos que está ganando popularidad es el ``Bombardeo de 3 semanas´´. En este ciclo, el atleta usa cada droga durante tres semanas, una por una. La idea aquí es que le esteroide no suprimirá los receptores de andrógenos en tan solo 3 semana, produciendo solamente un deterioro ligero de las funciones del receptor versus el grado de atenuación notable que es experimentado si una droga se toma por un periodo más largo de tiempo. Otro modelo de ciclo que sigue la misma premisa del ``Bombardeo de 3 semanas´´ es el mini ciclo doble. En este ciclo. Se toman 2-3 esteroides en una cierta combinación durante 6 semanas, entonces se toman 2 semanas de descanso antes de regresar a otro ciclo de 6 semanas igual al anterior, o más favorablemente, con 2-3 esteroides diferentes. Después de este segundo ciclo, se toma un periodo de descanso de por lo menos 2 meses.
 Un modelo del ciclo familiar es el diamante, En este uno empieza con una dosificación mínima de uno o más esteroides, aumenta durante varias semanas y entonces la disminuyen durante varias semanas en su esfuerzo por devolver la propia producción de testosterona del cuerpo a la normalidad antes de dejar los esteroides.
 La pirámide invertida es otro modelo del ciclo. Este ciclo empieza con una dosificación máxima y baja paulatinamente desde ese punto. Este ciclo es muy popular en situaciones donde el atleta va a ser sometido a un examen anti doping. Los ciclos de esteroides asumen un número infinito de modelos e involucran el uso de solo uno hasta una docena de drogas diferentes. Estos ciclos son sólo ejemplos de cómo otras personas han usado estas drogas.

DIAGRAMA CELULAR:
La testosterona entra libremente a través de la membrana del plasma y se liga a un receptor de andrógenos intracelular. Entonces el complejo receptor de la hormona entra en el núcleo de la célula para ligarse con un segmento especifico de ADN (el elemento de respuesta de la hormona), activando así la transcripción de genes específicos.